jueves, 12 de enero de 2017

No al maltrato animal


 
Es simple expresarlo y entenderlo, son consignas que no merecen una doble lectura, pero aun así cuando un caso pasa a la palestra de lo público el debate nunca está de más. ¿Cómo se regulariza las penas contra el maltrato animal? ¿Son lo suficientemente efectivas para generar verdadera conciencia al respecto? ¿Hasta qué punto nuestra empatía con los animales puede ser verdadera?


Una mujer le dio una brutal golpiza a un perro viejo que dormía en una galería del centro de la ciudad de Santiago de Chile, el animal posiblemente hoy ya esté muerto a raíz de la golpiza que recibió. La mujer ahora vive un infierno, desde amenazas directas hasta la posibilidad de quedar presa por al menos tres años y un día debido al impacto y la notoriedad que ha generado el suceso. Muchos tratan a la mujer de asesina, incluso algunos dicen que ella es un peligro para su pequeño hijo y que se lo deberían quitar porque quien es violento con los animales puede llegar a hacer igual de brutal con un humano, por otro lado hay voces más mediadoras que intentan dar cuenta de que sólo se trata de un perro, de que no hay que mezclar las cosas, que la mujer cometió un error, pero que aquello no la convierte en un monstruo  y por último aducen con bastante seguridad que un animal a pesar de todo siempre estará por debajo de nosotros. A esta clase de planteamientos los animalistas y veganos la denominan como ESPECIMISMO ¿a qué se refieren? Básicamente este término se usa para aludir a aquellos que desconsideran moralmente a los animales al compararlos con los humanos, desacreditando cualquier tipo de derechos que estos puedan poseer como seres vivientes de este mundo y por ende suponiendo a los seres humanos como una especie mayor dentro del rango. 


Este concepto filosóficamente se ha ampliado bastante, algunos de hecho piensan que el especimismo también se puede aplicar en aquellas personas que de algún modo desacreditan a algunos animales por sobre otros que han desarrollado o mostrado un mayor grado de inteligencia o simplemente lealtad a la compañía humana, sea como sea, esta postura filosófica ha ido en contra de la corriente del pensamiento occidental clásico e incluso sobre algunas religiones que infravaloran la vida de los animales por sobre la de los humanos. La crítica que se sostiene hacía esta filosofía de vida (pues quienes asumen esta postura comúnmente no comen carne ni utilizan ningún material elaborado a partir de experimentación animal) viene de parte muchas veces de ex veganos que reconociendo su fanatismo por el tema consideran que realmente se trata de una mal forma de amar a los animales, que finalmente empleamos una “psicología Walt Disney” al humanizarlos y sacarlos de su contexto natural al querer comprenderlos bajo nuestros parámetros humanos, siguiendo un poco ese dicho de que no por ser vegano un tigre no te va a devorar. Creo que el problema nuevamente viene de parte de ese viejo conocido que irrita tanto por su fervor: El fanatismo extremo. Creo que no hace falta evocar la clásica caricatura del vegetariano iracundo que por defender los derechos de los animales llegan incluso a menospreciar la vida humana, pero es que todo está matizado de una forma muy compleja, no se trata simplemente de gente cuyo sentido en la vida sea acabar con la opción a comer carne que tienen otros, aunque violentamente muchas veces imponen su postura de manera arbitraria dejando ver que todo el mundo merece el infierno por alimentarse con carne. Esta irreconciliable postura puede decaer en obsesiones casi patéticas como personas que incluso privan de carne a sus propias mascotas, en síntesis una postura y argumento inteligente para considerar el dejar de comer carne sin caer en absurdos la podemos encontrar en las palabras de Gary Yourofsk que aunque defiende su proselitismo con garras no deja de abordar puntos interesantes.



Y su contraparte….bueno, no encontré algo práctico y realmente contundente que rebatiera adecuadamente los argumentos de Yourofsk, pero no podía dejar sólo un lado de la corriente así que me parece que nos tendremos que conformar con la única medianamente bien que encontré, crítica que DALAS hace al respecto…sí, lo sé es un personaje aborrecible y todo eso, pero si alguien tiene una mejor y más elaborada crítica me la manda por los comentarios para así poder cambiarla. De todos formas les dejo este link igual de interesante en el que un ambientalista rebate la dieta y filosofia vegana.

                AGGGG ULTIMA VEZ QUE PONGO UN VIDEO DE ESTE PELOTUDO 


Una cuestión de principios

Volviendo al caso de Cholito, el perro presuntamente asesinado fueron los animalistas  los que más fervientemente se han movilizado por su causa, claro, a todos nos parece un acto horrible y condenable, pero los que han levantado la voz y han hecho valer los derechos son ese mismo grupo de personas que los fines de semana están pendientes de juntar firmas para pedir un asilo de mascotas a la municipalidad o están juntando dinero para diversas causas que todo el mundo ve como una gran pérdida de tiempo o exageración. Gracias a ellos se ha podido tomar algo de conciencia al respecto, han levantado una querella contra los responsables directos de este brutal acto, es muy posible que sin todo el ruido que los animalistas levantaron en torno al caso el asunto se hubiese tratado con ligereza y hubiese pasado sólo como un acto detestable, una noticia de mierda más de las que se ven día a día por internet, pero el tesón con que los animalistas han reaccionado, a pesar de las desproporciones con que algunos han criticado, ha logrado dar cuenta de que las consecuencias de un acto como este no pasa desapercibido como todo el mundo cree o creía.
 

El alegato animalista aunque apasionado es necesario, concuerdo totalmente que este tipo de acciones se deben sancionar con penas efectivas y que no puede pasar desapercibidas ni en los medios ni en nuestras cabezas, pero naturalmente el problema de Cholito tenía que ver también con el abandono lo cual es la madre de muchos problemas. La tenencia responsable de mascotas es una ley que debe regir con mayor rigor, las personas que adquieren un compromiso con sus mascotas deben responder de un modo consciente, Cholito era un perro abandonado y al igual que un montón de otros animales fue dejado a la deriva, las organizaciones no dan abasto y la mayoría pasamos indiferentes ante esta realidad. Adoptar mascotas es una gran solución para esta clase de flagelos, así como los programas de esterilización en las comunas, el asunto es que si exigimos justicia en este tipo de casos  -y muy bien hecho esta el hacerlo- también tenemos que asumir nuestros deberes ciudadanos para luego no lamentar estos sucesos y ser parte de la masa que sólo crítica desde un lugar común sin entender en qué situación podría encontrarse uno a futuro.


Claro ahora alegas, pero después lo más bien que comes carne


Mientras leí comentarios sobre la noticia había una crítica que se repetía mucho y que buscaba deslegitimizar cualquier defensa hacía los animales esbozada justamente por veganos y es aquella que alega que con ciertas especies tenemos mayor empatía que con otras, lo que se traduce directamente en la alimentación. Quien haya visto películas sobre la producción de carne sabrá muy bien el suplicio que las vacas, cerdos, pollos y pavos sufren en los mataderos, documentales como Earthling están destinados a sensibilizarnos desde esa óptica y a mi me parece un excelente recurso para abrir los ojos acerca de ese aspecto que ignoramos a la hora de seleccionar nuestra alimentación, sin embargo, no todos pueden comulgar de la misma forma y creo que depende de cada quien elaborar su idea de alimentación con una filosofía animalista o no, independiente si ame a los animales o no, para que quede claro, yo no creo que se deba comparar la opción alimenticia individual con la empatía animal, claro, sabemos que en los mataderos degüellan a cerdos, les cortan el pico a los pollos y más cosas horribles por el estilo siempre con el objetivo de maximizar y abaratar la producción, si bien se deben exigir políticas regulatorias al respecto, es cierto que toda muerte animal es horrible, incluso en el campo donde todo parece ser parte de un ciclo natural resulta grotesco y horrible ver los ojos de los corderos cuando lo matan para  asarlos. El dolor de los animales es una cosa atroz y cada quien cargara su propio karma al respecto, me encantaría que todos fuésemos vegetarianos, pero yo quiero ser un poco más flexible y hay que admitir que lamentablemente estamos lejos, al menos aquí en Latinoamérica, de una real alternativa conveniente, práctica y totalmente nutritiva que conlleve sólo comida vegana. Aceptémoslo, es una opción cara que no todo el mundo puede adquirir al 100% y lo sé porque yo soy vegetariano, créanme que se me hace muy difícil vivir así a veces por lo caro y poco práctico que resultan las alternativas y no son pocas las semanas que me ha tocado en cierta medida sacrificar mi nutrición comiendo masas en abundancia sólo por alejar la carne de mi boca, querer ser vegetariano es una opción alimenticia difícil de sobrellevar y puedo entender a aquellos que se frustran muy pronto de este estilo de vida.

La empatía con los animales viene no sólo acusando y condenando el maltrato, también conociendo y asumiendo alternativas de vida que nuestra cultura dominante seguramente ve como una estupidez. No obstante, me parece ideal el repudio generalizado al ataque alevoso contra un ser que eventualmente no puede siquiera defenderse, eso es algo que todos podemos comprender sea la situación que sea, por lo mismo somos capaces de sentir repudio tanto por la mujer que amasó el cuerpo de Cholito con un palo así como con aquel niño que sólo por diversión le echa sal a un caracol o disfruta cortándole las patas a un insecto, es el hecho de querer suprimir la maldad y el impulso de sadismo lo que nos debe mover a la reacción. Un animal siente el mismo dolor y miedo del que cualquiera de nosotros sentiríamos si nos expusiéramos a momentos de alto estrés y tensión, esa conexión es la que debe prevalecer al mirarlo a los ojos y establecer nuestra relación. Nuevamente lo digo, hay que repudiar y castigar legalmente estos arrebatos de maldad contra seres que se ven indefensos, es la justicia más igualitaria y que en el fondo nos hace  más conscientes de la vida en toda su expresión. Con respecto a la empatía que tenemos con los animales en general ya sea en termino de comida, moda, diversión o lo que sea, aquello forma parte de un complejo debate el cual cuesta cada vez más simplificar, sobre todo desde hace un tiempo en que se comprobó científicamente que las plantas también pueden sufrir, cosa que también se ha usado como crítica al estilo de vidavegano/vegetariano. Hay un largo camino por recorrer, pero creo que la consigna más directa ahora es decir NO MAS MALTRATO ANIMAL.- 

CASO DE CHOLITO: 

http://www.elciudadano.cl/2017/01/11/350606/justiciaparacholito-se-concreta-querella-y-crece-indignacion-contra-agresores2016/



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